miércoles, 9 de julio de 2008

Un corazón tendido al sol


Porque este blog, (cuando me digno actualizar y más ahora con esto del tuenti que me traerá de cabeza), este blog también va de música. De mi música. De la música que hace que me estremezca, de la que hace que mis ojos se humedezcan al escuchar ciertas letras, o simplemente de la que me hace aplaudir por dentro cada vez que la escucho. Porque sí, yo a veces digo ¡bravo! cuando no me canso de escuchar una canción. Canciones que han significado mucho en mi vida, o simplemente me hacen recordar. Y sí, tengo gustos musicales extremadamente variopintos. Y aunque soy fan del pop-rock de habla inglesa, hoy estoy aquí para confesarme. Ante ustedes me confieso y digo que sí, soy fan del gran cantautor Víctor Manuel y de toda su panda. Y cuando digo de toda su panda hablo de su mujer Ana Belén, el maestro Sabina o el gran Serrat, por ejemplo. ¿Y por qué le dedico esta entrada? La explicación a eso es bien sencilla, pues el otro día se me volvieron a poner los pelos como escarpias (justo como cuando era pequeña) al escuchar La planta 14. Porque pocas canciones tienen tanta historia como esa; o como puede tenerla La madre también.

Puede que suene carca, pero son letras que realmente me conmueven. Y me gustaría explicar bien el por qué, pero para ello me ajenciaré el poema que el gran poeta Sabina dedicó a Víctor:


Porque su guitarra tiene cuerdas para rato,
porque nos empuja a preferir el con al sin,
porque se columpia entre cordura y arrebato,
porque funda un parque donde el muro de Berlín.

Porque ante el baranda nunca se quitó el sombrero,
porque me adoptó cuando me vio huerfanear,
porque están en deuda Lucio Dalla y Blas de Otero,
porque anda soñando otra canción para Pilar.

Porque no se cansa de vivir para cantarlo,
porque en su equipaje cabe el güaje y la muyer,
porque mucho más que dos, gozo da recordarlo,
porque mi mañana se lo debo a nuestro ayer.

Porque el juglar es una torre que no se enroca,
porque entre el cuélebre y el páliru echó a volar,
porque el olvido es un Cupido que se equivoca,
porque la calle es nuestra, amor, como inmenso el mar.

Porque no dimite de la duda ante el espejo,
porque ni a su Sporting el Madrid le marca un gol,
porque el disparate de crecer no lo hace viejo,
porque sigue siendo un corazón tendido al sol.

Porque sobremesa abriga más que despedida,
porque no derrama ni una lágrima de pus,
porque Pasionaria era una planta malquerida,
porque me subió la fiebre el blues del autobús.

Porque nada sabe tan dulce como otra boca,
porque cuando toca blasfemar me escudo en él,
porque se derriten las musas cuando las toca,
porque borda el quite al alimón Víctor Manuel.


Y para validar mis palabras de la mejor manera posible, aquí os dejo una muestrecilla (antigua) de a lo que me refiero. Los dos maestros Víctor Manuel y Sabina, acompañados de otro grande, Miguel Ríos:



A disfrutarlo...

martes, 1 de julio de 2008

Creep

Actualizo para postear este hallazgo en Youtube. Sumergida en la presentación de mañana sobre las lenguas en España, y en pleno apogeo por la victoria de ¿nuestra? selección (notaréis la ironía en lo de nuestra, porque mía yo no la siento para nada), he podido encontrar esta joyita. Creep, de Radiohead, interpretada por The Pretenders y esa inconfundible voz de su fémina que tanto enamora.







Ya que estamos con Creep, aprovecharé para retomar algo que hacía tiempo que no comentaba. Sí, Virginia está en la final de Operación Triunfo. Y sí, la versión de Creep de Virginia es la canción más vendida en el iTunes Store. ¿Adivináis cuál es la siguiente? Pues su versión de My baby just cares for me. Y es que esta chica enamora, y no sólo con la mirada. Hacía siglos (alé, exageración!) que no escuchaba una voz tan peculiar. Y ahora, en la recta final de OT (por cierto, hoy hay gala, que de nuevo tendré que seguir por el foro), yo sigo esperando que se la ganadora indiscutible. Porque sí, puede que los ganadores de OT nunca sean los que más triunfen, pero yo auguro algo especial para ella. Y no es por apoyar a los más débiles, como algunos podrían decir; ni tampoco es por pena como (en teoría, y digo en teoría porque a mi también me encantaba) pasó con la canaria Idaira. Pobrecilla... ella sí que no triunfó con su politono...



Me despido invitándoos a ver la acutación de la semana pasada de ¡nuestra! (y esta sí que es nuestra, y por eso la pongo entre exclamaciones) Virgi. Lovefool fue para mi una de las mejores hasta la fecha, y que se j**** los que dicen que no sabe moverse. Es su estilo, y a quien no le guste que no lo compre.

Esta visto que en iTunes Store sí que gusta...


martes, 24 de junio de 2008

Notes on a Escandal


Peliculón de actrices. Sin duda, un reñido duelo entre dos de las más grandes actrices del panorama actual. Diario de un escándalo es, sin duda, un film que parece hecho a medida para una Judi Dench pletórica en su papel de solterona (barra) obsesiva. Y qué decir de una Cate Blanchett frágil y angelical que parece que vaya a quebrarse en cualquier momento.

Llevaba tiempo queriendo verla, y ayer noche por fin fue la mía. No me decepcionó. La historia, aunque no es especialmente original, tiene una fuerza que te arrastra hacia los personajes. Dench es la mala, lo vemos, pero no podemos tampoco dejar de compadecernos de su soledad y de ese amor tan dañino. Blachett está encerrada en un matrimonio que la oprime, y por ello trata de encontrarse a sí misma y a su juventud perdida en los brazos de un quinceañero.

Altamente recomendada, sí señor. Para todo aquel que no la haya visto, aquí queda mi opinión.


jueves, 19 de junio de 2008

Paris je t'aime (II)



Esta vez sí. Después de volver de la ciudad del amor me han entrado ganas de volver a ver esta mágica peli de pequeñas historias de grandes directores. Cuando estuve en el festival de San Sebastián hace dos años me quedé con muchas ganas de verla. Al final, el año pasado pude, por fin, verla en pantalla grande.

La cinta, que puede decepcionar o agradar (según se mire), es una gran reconstituyente para aquellos con síndrome de Estocolmo después de visitar Paris. Sí, te quita el mono por momentos. Sus historias te llevan de nuevo a las callejuelas de Montmatre o te traen a tu lado los reflejos del agua del Sena. Además, algunas de sus historias te llegan al corazón.

Por otro lado, la dirección de algunos cortos, como el de Isabel Coixet, por ejemplo, es impecable. En otros casos, como en el de West Craven, nos sirven para reafirmar lo que conocíamos después de Música del corazón: West, quédate en el terror que es donde te sabes mover. Mi pasión por Scream o por pelis que este señor ha firmado es evidente, pero también creo que el "pastelón" no es su género.

En fin, que después de unos días en la capital francesa y de una estupenda visita paterna (y materna) en la ciudad de la Kölsch, vuelvo de nuevo al mundo blogger para dar más guerra o tal vez sólo para guerrear.

Aquí me tenéis...

miércoles, 11 de junio de 2008

Paris je t'aime



Aunque este blog vaya a veces sobre críticas y/u opiniones, en este caso no voy a hablar de la película que da título a esta entrada.

Escribo única y rápidamente para despedirme hasta más buen ver (qué será dentro de unos días). Me despido de ustedes y dejo este mundo cibernético de nuevo para irme rumbo a la capital francesa por tercera vez.

De todos modos, para aquellos que estéis ansiosos por comentar sobre series, películas o demás, siempre os quedarán las entradas antiguas. Ahí tenéis material para rato, pues esas opiniones están esperando ser comentadas.

Aquí os dejo pues, no sin antes hacer mención a la pasada gala de Operación Triunfo en la cual, no es por nada pero (ejem, ejem), Virginia fue favorita. Ahí queda eso.

Nos leemos en la próxima entrada.

lunes, 9 de junio de 2008

Rojo sangre; que no rojo pasión



Y volviendo a reengancharnos con opiniones barra pasiones, esta vez le ha tocado el turno a Dexter. Nuestro Bay Harbour Butcher habitual, ese Michael C. Hall tan cambiado desde Six Feet Under, es uno de nuestros (mis) personajes favoritos hoy por hoy. Estamos deseando que acabe esta sequía estival de series y vuelvan a empezar las nuevas temporadas con nuevas historias. El caso de Dexter (para mi uno de los descubrimientos de este año) es uno de esos. Después de tragarse dos temporadas seguidas, se hace muy difícil esperar una tercera que esté a la altura. No obstante, el personaje todavía puede dar mucho de sí y creo (y espero) que todavía tenga muchas historias que contar.

No esperéis de mi un resumen del argumento de la serie, pues aquel que esté interesado en esta entrada la leerá; bien porque haya visto la serie y quiera descubrir mi humilde opinión; o bien porque esté asesino en serie (a la vez que justiciero) le haya llamado la atención aun sin conocer la serie. Si el caso es el segundo, te recomiendo que corras a ver las dos temporadas que hasta la fecha se han emitido, pues no te defraudará. Además, si eras o eres fan de Six feet under, te la recomiendo doblemente, pues es impresionante ver a Michael C. Hall cambiar de registro tan radicalmente.

Dexter es un asesino. ¿Maldad o necesidad? ¿Crimen o justícia? La línea que separa todos estos términos es tan fina que tal vez Dexter no puede distinguirla. Pero para eso tuvo a Henry y su código, aunque poco a poco iremos descubriendo más sobre este padre adoptivo y su relación con Dexter. La evolución del personaje es impresionante, pues aunque él se autodefine como alguien carente de sentimientos, el hilo de la historia nos va acabar demostrando que puede que exista algo de amor en ese corazón en el que tal vez late más sangre que por cualquier otro. Y es que a Dexter le apasiona la sangre.

Y bueno, aquí acaba la hoy breve opinión sobre esta gran serie. Tal vez divida esta sección Dexter en cachitos como los propios cadáveres de Dexter. Porque sí, me gustan las cosas por partes.





Impresionante opening. Para mi gusto, a la altura del de Six feet under.

Bruselas; o lo que viene a ser lo mismo: la ciudad de los gofres


Después de unos días off, vuelvo con más energía que nunca. Bueno, miento; vuelvo más sofocada por el calor que nunca. Después de casi sufrir un desmayo por deshidratación en el H&M de Köln (alé, qué exagerada), aquí estoy de nuevo. Tal vez os preguntéis dónde he estado, tal vez la duda no os haya dejado dormir. Pues sí, he estado viajando, como viene siendo habitual en estos días Eramus. Esta vez le ha tocado el turno a Bruselas, capital de la Unión Europea o lo que es también lo mismo, la ciudad de los gofres.


Aquí acaba mi relato sobre mi estancia en esta ciudad. Y sí, diréis: vaya, que poco se ha extendido, con los rollazos a los que nos tiene acostumbrados. Pero bueno, ¿para qué voy a hablar de algo que es evidente? Pues sí, la ciudad bonita (las hay de mejores; destacar el Grotte Market); la compañía inmejorable en un hotel (con desayuno) inmejorable. Unos días de reafirmación conmigo, contigo (tu ya sabes que me refiero a ti), y con la vida. Y ya está, a buen entendedor...


Y el que quiera saber sobre la ciudad que se compre una guía...